placeres culpables

Desde mi infancia he consumido mucha "basura": telenovelas, realities, humor barato. Con el placer culpable de disfrutarlo.

Lo que salvó mi vida fue desarrollar la paciencia y el músculo mental para saborear obras monumentales de literatura, astrofísica y filosofía, sin renunciar a mis placeres culpables.

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Irving Finkel: filólogo y asiriólogo.

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