Rito, Dios y Magia
Hay tres palabras prohibidas en ciencia: Rito, Dios y Magia.
Esto sugiere que son tres palabras que están profundamente entrelazadas con la práctica y la experiencia de la ciencia.
En la mente de muchos de mis colegas, todas esas palabras remiten a "tiempos pasados, peores que los de ahora, cuando no éramos racionales".
Un frase prohibida podría ser la siguiente: "La ciencia es la práctica de diversos Ritos que nos acercan al conocimiento de Dios para poder hacer Magia a gran escala en la sociedad."
Rito. Son los actos que nos conectan con el mito. El mito entendido como el aire que respiramos pero no vemos. Como la verdad fundacional. Uno de los mitos fundadores de la ciencia es que el homo sapiens sapiens puede tener un acceso privilegiado a la realidad más allá de las apariencias. El rito que va con este mito es múltiple y se desarrolla en varios lugares al mismo tiempo: salones, laboratorios, observatorios y estaciones de trabajo. Los espacios donde se practica la ciencia son en sí mismos una forma de ritual que refuerza la creencia en la capacidad humana para comprender la realidad.
Dios. Esa es tal vez la palabra más vilipendiada y problemática de cualquier idioma. Y termina siendo para muchos el encuentro último con la creatividad pura de la actividad científica, que algunos científicos en la cima de la creatividad equiparan con una experiencia divina o una comprensión de Dios. Al físico Werner Heisenberg se le atribuye haber dicho "El primer sorbo de la copa de las ciencias vuelve ateo, pero en el fondo de la copa está Dios esperando."
Magia. Que puede entenderse como todo aquello que se encuentra por fuera de las leyes naturales. Es comúnmente en la práctica todos aquellos actos y mecanismos que funcionan sin que los entendamos. Para muchas personas, los avances tecnológicos y científicos pueden parecer "mágicos" en su complejidad y en la forma en que transforman nuestras vidas, y nos relacionamos con ellos de manera reverencial (¿alguien aquí le ha agradecido a ChatGPT?).