En la meditación descubrimos nuestra inquietud inherente
"En la meditación descubrimos nuestra inquietud inherente. A veces nos levantamos y nos vamos. A veces nos quedamos sentados, pero nuestros cuerpos se retuercen y se mueven, y nuestras mentes están muy lejos. Esto puede ser tan incómodo que sentimos que es imposible quedarnos. Sin embargo, esta sensación puede enseñarnos no solo sobre nosotros mismos, sino también sobre lo que significa ser humano. Todos obtenemos una seguridad y comodidad imaginarias del mundo imaginario de los recuerdos, las fantasías y los planes. Realmente no queremos quedarnos con la desnudez de la experiencia presente. Permanecer en el presente va en contra de nuestra naturaleza." Pema Chödrön